Historia
Hablar de Atalaya es hablar de su historia, pero también de su presente y su futuro. Fundado en el año 1942, en la ciudad de Chascomús, Atalaya surge como una empresa familiar dedicada a la elaboración artesanal de sus propios productos, rasgo que se ha mantenido a través del tiempo y que hoy constituye una de sus marcas de identidad.
Por tal motivo el Parador Atalaya se ha convertido en cita obligada, lugar de descanso y punto de encuentro de muchas generaciones de argentinos que hacen un alto en su viaje para disfrutar, ya sea del tradicional café de filtro acompañado con las clásicas medialunas o de la gran variedad de productos que ofrece.
El estilo Atalaya conserva parte de la nostalgia por los antiguos paradores ubicados a la vera de la ruta, en cuyos amplios salones comedores la familia solía disfrutar del café servido en jarras metálicas, pero ha incorporado como parte de su proyecto la modernización del espacio, creando un ambiente ideal para los más jóvenes, donde ahora pueden elegir entre los sabores de antaño o las nuevas tendencias de cafetería Express.
El Parador ha estado asociado, desde siempre, a la ciudad de Chascomús y a su edificio original, construcción de impronta netamente racionalista, el cual ha pasado a ser un ícono formal de la ruta dos. Su presencia evoca y anticipa los meses de vacaciones, playa y mar; tiempo de ocio y de descanso.
Atalaya es todo esto y mucho más; de eso trata esta nueva experiencia Atalaya. A la gran variedad de productos que van desde las clásicas medialunas horneadas a leña hasta alfajores de distintos sabores, sumamos los conitos bañados en chocolate y rellenos de dulce de leche, mermeladas y dulce de leche de elaboración propia, sándwiches de pan casero y nuestra mejor cocina. Todo ello en un espacio joven y renovado, pero manteniendo la misma calidez de siempre.